Se ha comprobado que la presencia de
animales en dibujos (Lockwood, 1993) y pinturas (Katcher y Beck, 1996)
de personas y animales contribuye a mejorar el reconocimiento social de
estas personas. El uso de animales en anuncios y la inclinación de
los políticos a posar con animales, es otra indicación de que los
animales son una herramienta poderosa para alterar las percepciones
sociales. En una variedad de situaciones socialmente importantes el
animal tiene la habilidad de rodear a las personas de una aureola de
confianza, incrementando su atractivo
Biofilia – la atracción de lo natural
Siguiendo las ideas de A. H. Katcher, que
ha sugerido siempre que para comprender la importancia de los seres
vivos no humanos, hemos tenido que inventar una nueva área de estudio.
Es la que denominamos hipótesis de la biofilia:
el reconocimiento de que la tendencia a interesarnos por otros seres
vivos ha constituido un valor de supervivencia para la evolución de la
especie humana a lo largo de los millones de años de nuestro progreso.
Los seres humanos siempre han vivido en dos sociedades: el grupo
social humano y la compañía de animales que se supone comparten
atributos humanos. Sólo cuando recurrimos a la teoría de la mente para
descifrar la conducta humana, aprendimos a atribuir significado a la
conducta animal. La creencia en el totemismo del cazador y recolector
universal es la expresión del Homo Sapiens Sapiens de un hábito
de la mente mucho más antiguo. Quienes consideran que el mundo social
relevante es exclusivamente humano, muy a menudo enfocan el estudio en
un ser biológico, ya sea un animal o una planta, sin preguntarse cómo
ese ser es representado mentalmente, ni cómo esa representación mental
interacciona con el ser biológico.
La hipótesis de la biofilia implica que lo natural puede atraer nuestra atención, dirigirla al exterior y hacer que nos relajemos. | ||||
La demostración de Ulrich de la
influencia de la contemplación de los árboles en la reducción del dolor
de pacientes hospitalizados, y los estudios del efecto de los acuarios
en la reducción de la ansiedad de los pacientes de una clínica dental,
son ejemplos del valor clínico des este tipo de relajación.
Se dice que los animales actúan como
lubricantes sociales para reducir la distancia social y propiciar las
relaciones sociales. Los estudios sobre animales que facilitan la
interacción social y el diálogo describen el proceso en dos etapas, de
manera casi uniforme. El paciente dirige la atención al animal y luego
la interacción se generaliza a incluye al terapeuta. Podemos decir
que el animal es un vehículo o un guía que reintegra a un individuo
socialmente aislado a la sociedad.
La hipótesis de la biofilia implica que lo natural puede atraer nuestra atención, dirigirla al exterior y hacer que nos relajemos (Katcher, 1993).
Los animales por su propia naturaleza rompen unas barreras psicológicas que el ser humano ha construido, y en este sentido conectan muy bien con los niños que todavía no han llegado a levantarlas. Con los animales, sobre todo domésticos, nos permitimos demostrar nuestros sentimientos, y no nos da vergüenza manifestar nuestra afectividad incluso físicamente. Además nos ayudan a asumir como temas naturales algunos tabúes de nuestra sociedad, como por ejemplo la muerte. Para mas información PINCHE AQUÍ |
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